Cada vez que leo a Rousseau me doy más cuenta de que el Estado es una mentira. Mariano Rajoy gobierna solo por permiso nuestro. Poder.

Realmente una sociedad se basa en un acuerdo entre iguales, con confianza; no es así en el presidente actual, ni anteriores.

Ya que además el problema es el actual sistema político y de gobierno, que prolonga un formato que en gran medida es despótico.

Sin olvidar que la responsabilidad de un gobernante debería ser mejorar la vida de sus ciudadanos. Ciudadanos, que no gobernados, ni siervos.

No puede dejarse de lado que la desvinculación política respecto de la vida real afecta profundamente a sus decisiones y actos.

Ya que en muchas ocasiones son políticos de profesión, que viven en esa burbuja alejada de la mayoría y del sentir popular.

La única solución es que el actual sistema de voto y de gobierno desapareciera, construyendo uno nuevo desde cero. La perpetuidad, nunca.

Al final, todo queda en manos nuestras. Quizá puños. Eso, o un gobierno para el pueblo pero sin el pueblo por el bien del pueblo.

(Recogido de mi Twitter, con alguna pequeña modificación para evitar repeticiones de palabras).

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