Los que sean habituales de este site (o alguna de mis redes) seguramente ya conozcan el nombre de Guillermo Carandini. En alguna ocasión ha salido mencionado, he tenido la suerte de compartir eventos con él y fue uno de los entrevistados en A Puerta Abierta de la primera edición.

Actualmente está en plena campaña de promoción de su nueva obra, Un culé en Madrid, sobre la que charlamos a continuación.

¿Qué es Un culé en Madrid?

Un culé en Madrid es un cómic de humor futbolero. Cuenta la historia de Guillermo, un niño del Barça que crece en el Madrid de los años 90. A través de historias de cromos, partidos en el recreo y domingos de liga hablo sobre el fútbol de ayer y de hoy. El deporte rey se ha convertido en un fenómeno de masas que está rodeado de un circo mediático que ocupa casi toda la parrilla informativa. Un culé en Madrid analiza en clave satírica todo esto, además de diseccionar al madridista, al culé y su complicada relación como símbolo del conflicto entre Cataluña y España.

¿Puede disfrutarlo alguien que no sea aficionado al fútbol?

Desde luego que sí. Es la historia de un pez fuera del agua y una crítica al fútbol moderno que los no-futboleros podrá disfrutar y con la que seguramente estén totalmente de acuerdo. El libro es autobiográfico y habla de experiencias que he vivido en primera persona. En realidad casi te diría que el libro habla de todo menos de fútbol.

¿Qué hace que de nuevo vayas por la autobiografía?

Todo lo que escribo trata sobre mí, ya sea de mi forma de ver el mundo, de las cosas que me han pasado o que me interesan. En ocasiones lo único que cambia es el nombre del personaje. Quería escribir algo sobre fútbol, hablar de mis experiencias como catalán en Madrid y de las cosas que había vivido. En el libro doy una visión muy personal y crítica a muchas situaciones de la actualidad. Me pareció más honesto hacerlas desde la perspectiva no solo del autor sino también del personaje principal. Hay muchas situaciones en el libro que no hablan de fútbol per se pero sí que sirven para crear una imagen general de lo que es ser aficionado al fútbol hoy en día.

Otra razón es que soy fan de los cómics autobiográficos. Me gusta que el autor sea el personaje ya que me da la sensación de conocerle mejor, saber más de su vida diaria, lo cual hace que futuros trabajos cobren una nueva dimensión. Aquel que haya leído mi anterior libro El día de la victoria va a encontrar personajes y escenarios que ya conoce, seguro que tendrá una mayor sensación de proximidad conmigo y con la historia que cuento.

¿Cómo te decidiste a lanzarlo por micromecenazgo?

La experiencia de mi primer libro fue muy positiva. Conseguí cumplir el objetivo y editar una tirada que se vendió muy bien para ser una obra que no estaba en tiendas ni tenía apoyo de ninguna gran editorial. En este caso he ido trabajando una base de seguidores en redes sociales desde hace años para lograr el máximo de difusión. Creo que el crowdfunding no tiene que ser solo para proyectos ocasionales, puede ser un modelo para artistas y creativos que periódicamente lancen su producto al mercado evitando intermediarios. Soy un fan incondicional del crowdfunding y estoy siempre atento a los proyectos que salen para apoyar los que me interesan.

¿En este país hay espacio para tanto publicación de cómic?

La guerra editorial hoy en día se desarrolla en los puntos de venta, tratando de ocupar el espacio en los expositores. Cada mes las editoriales lanzan al mercado cientos de novedades tratando de ocupar al máximo ese espacio, pues mejor colocación significa más ventas. Eso hace que tengan que hacer tiradas cortas de muchos libros diferentes. La calidad de los cómics hoy en día es buenísima, tanto en las grandes como en las independientes pero el problema es que no hay demanda. La gente no quiere ni puede pagar la cantidad de cómics que se editan. La industria se sostiene gracias a los libros-evento, los “Paco Roca”, “Guarnido” etc. que, junto a mangas y superhéroes y otros superventas tiran del resto.

Por otro lado salen pequeñas editoriales que se mueven dentro de un espacio marginal, en tiendas especializadas e Internet y logran mantenerse con productos concretos, dirigidos a un tipo concreto de cliente. El momento es complicado para editores y pequeñas librerías pero es fantástico para el lector, que cada vez tiene más para elegir.

¿Qué has aprendido desde El día de la victoria?

Con El día de la victoria comprobé algo que supe cuando trabajaba en la tienda de cómics: que el público quiere cómic, su problema es que no sabe cuál. En España hay una gran predisposición e incluso podríamos decir “buenrrollismo” hacia el medio. Todo el mundo leía tebeos de joven, ya sean Mortadelos, Tintínes, Superhéroes, Zona 84, Cimoc o Batman. El problema que tienen hoy en día es que no saben por dónde empezar, van a una librería y se sienten perdidos.

Opino que hay que lograr que el gran público compruebe que existe un cómic para cada persona. Que si te gustan las historias de género negro tienes Blacksad, que si te gusta la historia tienes Berlín, que si te interesa la I Guerra Mundial tienes a Tardi. Todo el mundo está consumiendo viñetas todos los días, en la prensa, en Internet, en los memes. Ahora hay que lograr que vayan a la librería o a la tienda online a comprar el tebeo que habla sobre lo que a ellos les gusta. En mi caso, si te interesa el fútbol, seguro que te gustará Un culé en Madrid.

¿Darías algún consejo a algún autor que quiera autoeditarse?

Pues le diría que la autoedición es una cuestión de equilibrios. Que tienes que hacer algo que te guste a ti pero que también se venda. Tienes que dibujarlo y editarlo pero también promocionarlo y darlo a conocer. Que tienes que salir ahí fuera a luchar a brazo partido para que la gente conozca y compre tu libro. Este es el consejo que le doy al que quiera intentar hacer de la autodecisión algo profesional o con lo que no se pierda dinero.

Al mundo del fanzine y a los que autoeditan por afición o para pasarlo bien y conocer gente, pues ningún consejo, que sigan así y que yo estaré encantado de comprárselo porque tengo debilidad por los fanzines. Y que nos veremos en el próximo evento para tomarnos unas cervezas.

¿Veremos más Guillermo Carandini en un futuro próximo?

Sí, de mí no se van a librar. Yo sigo trabajando proyecto a proyecto y cada uno de ellos sale, de una forma u otra. Una vez pase todo esto veremos cual será la próxima aventura en la que meto. Pero algo habrá, eso seguro. Para mí expresarme a través del dibujo y la escritura es una necesidad física, así que algo habrá.

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