X-Men: Días del futuro pasado

X-Men Orígenes: Lobezno (erróneamente llamada Lobezno Orígenes) fue un fiasco en toda regla. A tal punto que toda esa nueva franquicia, que pretendía servir de precuela a la trilogía existente, se paró en seco, incluso estando ya hecho un guión pre eliminar para X-Men Orígenes: Magneto.

Aunque por otro lado tuvo un buen resultado y fue la llegada a los cines de X-Men: Primera generación. Se aprovechó en cierta medida la historia ya existente, por eso el desarrollo del personaje de Michael Fassbender es mayor que el de los demás, se introdujeron nuevos personajes que el público desconocía y además se dotó a toda la trama de un fondo histórico real.

La mezcla funcionó y muy bien. El espectador volvía a confiar en estos extraños héroes y era el momento de crear nuevas aventuras. Así llegó a los cines Lobezno Inmortal, con un total protagonismo de Hugh Jackman en hechos que transcurrían tras X-Men: La decisión final, con un total olvido consciente de X-Men Orígenes: Lobezno (sencillamente, no existe en la cronología de las películas), introduciendo una escena final que conectaba a esta con la que estamos tratando.

Cartel de X-Men: Days of future past

Ahora la acción nos lleva a varios años en el futuro. Se apagan las luces, comienza la proyección y entramos de lleno en la historia sin saber realmente que está pasando. Algunos miembros de la Patrulla X están luchando por sus vida contra los temibles centinelas, en un mundo que parece arrasado y solo hay una forma de evitarlo: viajar al pasado.

O más bien la consciencia de uno de ellos. El elegido será Lobezno, y no Kitty Pride como sucedía en los cómics (algo completamente lógico viendo la importancia cinematográfica de cada uno de ellos, y otras razones igual de importantes como la edad). Así nos trasladaremos hasta una década después de lo sucedido en X-Men: First class, y cinco desde el comienzo de la película, con el protagonista yendo al hogar de Charles Xavier, solo para encontrarse con que poco tiene que ver con el hombre que él ha conocido por años.

No solo deberá lograr impedir la temible guerra que acabará con todos, además intentar que su viejo amigo sea la persona que debe llegar a ser. Más complicado todavía cuando deban contar con la ayuda de Erik – Magneto, encarcelado por sus crímenes y responsable de parte de las desdichas de Xavier.

x-men dias futuro pasado lobezno

Sin desvelar nada más, ya que a partir de este punto comienza realmente todo el desarrollo argumental, hay que decir que estamos ante uno de los mejores exponentes del cine de acción de este año. Bryan Singer coge de nuevo las riendas para llevar la saga, otra vez, a lo más alto de su nivel de calidad, aunque en esta ocasión sin contar con la sorpresa que tanto le ayudó la primera vez (ya no nos extraña ver una cinta inspirada en cómics y que tenga calidad).

Para lograr todo esto no duda de rodearse de un elenco realmente envidiable, con los actores protagonistas de la primera trilogía y sus contrapartidas jóvenes, en lo que termina casi convirtiéndose en un total enfrentamiento de talento interpretativo. Todo salpicado con una buena dosis de introspección sobre porqué son quiénes son, y además con un viaje temporal muy bien hilado que logra hacer que todas las piezas de las anteriores entregas encajen perfectamente.

X-Men: Días del futuro pasado, una película entretenida, a la altura de lo esperado, que logra crear un auténtico mosaico y que además deja con ganas para la siguiente entrega.

Artículo publicado originalmente en la revista Unagi.

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