¡Shazam! es una película divertida, inocente, honrada y simpática, que solo pretende entretener y hacer disfrutar al público, algo que logra con creces

El Capitán Marvel (renombrado oficialmente Shazam desde 2011) es uno de los personajes más entrañables de todo DC Comics, aunque en realidad no nació en sus páginas. Lo hizo en las de Fawcett Comics en el Whizz Comics número 2 de 1940, creado por C.C. Beck y Bill Parker se convirtió en un duro rival para Superman llegando a haber una demanda por medio y posteriormente pasar a compartir universo con este.

Primero como un miembro más de lo que se conocía como Multiverso, habitando en su propia versión de la Tierra junto con sus secundarios y villanos, siempre con el Doctor Sivana y Black Adam a la cabeza, para posteriormente y tras las míticas Crisis en Tierras Infinitas pasar al canon regular del que ya nunca se ha ido.

Ahora en 2019 llega su primera película cinematográfica, aunque no sea en realidad la primera vez que aparece en la gran pantalla. Esto sucedió en 1941 en formato serial en la producción llamada Aventuras del Capitán Maravillas en la que Tom Tyler era el héroe y el joven Frank Coghlan Jr. fue Billy Batson, su contrapartida humana. Tres décadas más tarde, entre 1974 y 1977, hubo una nueva tanda de historias que en esta ocasión se emitieron en televisión bajo el nombre de Shazam! con Jackson Bostwick y John Davey enfundados en las mallas rojas y Michael Gray siendo el niño que invoca los poderes de los dioses.

Dos títulos que siguen siendo muy recordados y queridos, pero que palidecen ante la calidad visual y argumental de la nueva versión que ha llegado para romper la taquilla, y también para coronarse como la mejor película del DC Extended Universe (si es que este sigue existiendo, que eso es arena de otro costal).

De la mano de David F. Sandberg (Annabelle: Creation) a la dirección, con la historia de Henry Gayden (Tierra a Eco) y Darren Lemke (Pesadillas 2: Noche de Halloween), llega esta nueva adaptación del personaje que se basa de forma directa en la última encarnación del mismo pero que también sabe meter guiños clásicos para el aficionado veterano. Los tres han logrado comprender qué tenían delante y hacer una aventura adecuada, en la que la magia, el humor y la amistad están presentes de principio a fin.

El reparto encabezado por Zachary Levi logra meterse del todo en la piel de sus ficciones, destacando por encima de todos él ya que camina en una muy fina línea entre el ridículo y la sobreactuación pero manteniéndose todo el rato en equilibrio haciendo que este Capitán Marvel sea creíble, a la par que divertido. Frente a él está, por supuesto, el malvado Doctor Sivana que interpreta Mark Strong, actor de muy larga carrera que consigue infundir auténtico miedo en ocasiones y que en el pasado ya dio vida a otro villano de DC Comics, fue en Green Lantern (Linterna verde) como el avieso Sinestro.

Hay que citar sin duda alguna a los jóvenes Asher Angel y Jack Dylan Grazer, el primero de ellos encargado de ser Billy Batson pareciendo que ha salido realmente de las viñetas (con su mentón y su mítico “Holly Molly!”), y el segundo como su mejor amigo Freddy Freeman que como bien sabrán los lectores del cómic está destinado a ser más que eso.

Completan el elenco Grace Fulton como Mary, Jovan Armand como Pedro, Faithe Herman como Darla y Ian Chen como Eugene, los hermanos adoptivos de Billy, junto a Marta Milans y Cooper Andrews como los tutores de todos ellos; sin dejar de lado  la aparición de Djimon Hounsou (bien conocido por haber sido Juba en Gladiator) que interpreta al Mago que otorga sus poderes al protagonista y al gran John Glover como Sivana Sr. con una actuación que está a su habitual nivel de calidad.

Todos ellos componen un amplio y variopinto reparto que logra estar equilibrado, teniendo cada uno de ellos su momento de importancia, sin eclipsarse y tampoco resultar ninguno de ellos accesorio para la trama. Que si bien esta es sencilla y en más de un momento predecible (más si eres conocedor del personaje), no por ello es menos efectiva o disfrutable, ya que el buen trabajo hecho logra la risa y complicidad del espectador desde el primer minuto.

Hay que elogiar la habilidad con la que se encaja esta aventura dentro del DC Extended Universe, sin darle mayor importancia y tampoco hacerlo forzadamente (como sucedía en Batman v Superman: El amanecer de la justicia). Sencillamente está ahí, de fondo, como sucede de igual forma en los cómics y eso es precisamente lo que logra que funcione, además de servir como imagen global para enriquecer a toda la producción y darle un mundo mayor del que se está mostrando.

¡Shazam! es una película divertida, inocente, honrada y simpática, que solo pretende entretener y hacer disfrutar al público, algo que logra con creces. Dotada de toda la magia y el humor que necesita el personaje creado hace tantos años por C.C. Beck y Bill Parker, consigue hacerle totalmente real pero sin dejar de lado todo lo que también le hace fantástico.

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2 comentarios en «¡Shazam! Siente el poder (y la diversión) de la magia»

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