Textos y fotografías de Doc Pastor. Usa, pero cita.

El Salón del Cómic de Barcelona se celebra y de nuevo deja un sabor de boca agridulce
Textos y fotografías de Doc Pastor. Usa, pero cita.
Textos y fotografías de Doc Pastor. Usa, pero cita.

Un año más y durante cuatro días (del 5 al 8 de mayo de 2016) se celebraba en Barcelona el Salón del Cómic. Una cita que es obligada para cualquier amante de las viñetas, y no solo de estas, que en este ocasión contaba con la asistencia del legendario Frank Miller entre otros grandes nombres como el siempre presente Francisco Ibáñez.

Una 34ª edición marcada por una constante lluvia en la que, como siempre, las impresiones y sensaciones son muy dispares según a quién preguntes y según qué día sea.

Exposición de Francisco Ibáñez
Exposición de Francisco Ibáñez.

Por un lado estaba el hecho de una cada vez menor asistencia de tiendas especializadas en cómic, lo que resulta algo irónico en un evento de este carácter, y en general una presencia en apariencia menor de stands de venta en general lo que sumado a los grandes espacios entre unas y otras hizo que jueves y viernes todo pareciera algo desangelado.

No así el sábado que desde primera hora de la mañana y a pesar del tiempo había cola para comprar la entrada, lo que se notó en el ambiente y lo mismo el domingo saldando el Salón (según los datos proporcionados por sus organizadores) con un total de 5000 personas más que el año anterior.

¿Menos tiendas? ¿Más ventas?
¿Menos tiendas? ¿Más ventas?

Hay que reconocerse que en comparativa con lo que se pudo ver el mismo fin de semana pero del año anterior sí era evidente un aumento de visitantes, al igual que en lo que se refiere a ventas como varias tiendas presentas (incluyendo Dolmen Editorial) comentaban viendo una clara mejoría respecto la edición previa.

Lo que no cambia es la gran propuesta de autores que esos días se dan cita en las diferentes paradas para firmar y charlar con sus lectores, siendo las dos colas más largas las de Frank Miller y Francisco Ibáñez, al que además se homenajeaba con una exposición sobre su trabajo en la que se podía ver gran cantidad de originales (una delicia) aunque con un montaje bastante parco y frío.

Una exposición llena de heroínas.
Una exposición llena de heroínas.

Igual de recomendable era la centrada en heroínas del cómic pero lo que más se ha visto en estos días ha sido el polémico debate sobre si el Salón del Cómic hizo bien o no en retirar obras presentes en una de las muestras considerado que estas podrían resultar ofensivas. ¿Mi opinión? Mal, no estamos ya en un momento en que alguien deba ofenderse por ciertos temas y de todas formas tanto la dirección como el comisario de la exposición debían saber bien qué material exponen y acarrear las consecuencias.

Polémica también la de algunos medios, especializados y generalistas, que cayeron casi (y sin casi) en el sensacionalismo al tratar a la figura de Frank Miller con temas ajenos a su trabajo que es lo que debería importar. Al menos así fue para el millar de personas que acudieron en masa a la charla que junto con Brian Azzarello dio el sábado por la tarde, con micrófono abierto para que los aficionados pudieran hablar con los dos autores. Por supuesto esto tiene el peligro de que salgan preguntas inadecuadas o totalmente desviadas, pero también que puede haber momentos inolvidables como el de un niño preguntando si le podrían firmar su cómic (y lo hicieron, claro, y los aplausos resonaron por todo el auditorio).

¿Me pueden firmar mi cómic?
¿Me pueden firmar mi cómic?

Claro está que esto no es todo, otras exposiciones estaban ahí para todo el que quisiera verla como la que presentaba coches de cómic y que en general parece que no logró terminar de cuajar, además de un muy amplio número de conferencias, talleres y los siempre interesantes de ver concursos de cosplay, totalmente necesarios cuando cada más y más personas acuden al evento con sus disfraces (muchos de ellos de gran calidad).

De nuevo el 34º Salón del Cómic ha logrado en sus cuatro días congregar a miles de personas entre curiosos, autores, editores, medios, visitantes y todo lo que a uno se le ocurra, y de nuevo deja esa sensación agridulce que nos divide entre lo bueno de esta cita y las flaquezas que va mostrando.

Cosplay, cada vez más y de mejor calidad.
Cosplay, cada vez más y de mejor calidad.

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