Monster Trucks
Una de camiones. Y monstruos.
Por Sergi Páez

De Chris Wedge (Ice Age: La edad de hielo, Robots) vuelve a la gran pantalla tras Epic: El mundo secreto (2013) con otra cinta dirigida a toda la familia de la mano de Nickelodeon Movies. Monster Truck, en cines este enero de 2017, adapta a la pantalla de plata la franquicia de Hasbro con el mismo nombre: los famosos coches-monstruo populares entre finales de los ’80 y ’90.

Cuando la empresa petrolífera de un magnate sin escrúpulos interpretado por Rob Lowe (Austin Powers: La espía que me achuchó, 1999) perfora hasta encontrar un ecosistema, diferentes criaturas prehistóricas escapan a la superficie. Una de ellas es encontrada por el joven Tripp (Lucas Till – Saga X-Men, 2011-2016), quien decide proteger a la criatura de sus perseguidores dejando que viva en su camión monstruo… convirtiéndose esta en el mismo motor del vehículo.

Monster Trucks funciona. No puede no funcionar. Toda la película – del guion, a la edición, a los personajes – están sacados del manual de “Cómo hacer blockbusters familiares sin perder un centavo y que los nenes salgan contentos del cine”. Empieza como sabes que va a empezar y acaba como todo el mundo espera que vaya a acabar. Supongo que si eso es lo que vamos a ver y vender, es bueno. ¿no?

La cinta tira de todos los clichés – protagonista retraído socialmente y condenado por los que le rodean que esconde un gran valor y capacidad dentro de sí… y secundarios terriblemente planos (esperemos que Jane Levy pueda lucirse más en Twin Peaks). En serio. Cada uno de esos actores, cuyos personajes en general aportan a la trama otra guinda estereotípica en desarrollo en sus, literalmente, una o dos escenas, habrá hecho el papel más sencillo de sus carreras. Que, repito, está bien. Funciona.

E insisto en que funciona porque el film, amén de ser un refrito de los de siempre, tiene su qué. Ese qué siendo el aprovechar de tanto en cuando el motiv de la película para que los camiones monstruo hagan cosas realmente espectaculares con, ojo, unos efectos visuales de infarto. Y es que supongo que el presupuesto de la película habrá ido para el CGI –

– de hecho Creech, la criatura principal, se ve fantástica en pantalla. El diseño de Creech es formidablemente atractivo: adorable cuando toca, fiero cuando no. Las texturas e interacciones con Till, probablemente lo mejor de la película.

Por lo que parece, Monster Truck es un largometraje formulado para re-lanzar una franquicia dos décadas adormecida. El diseño de la cinta está hecho a cuenta gotas – triunfará entre los niños más peques… si consigue sobrevivir a las duras competencias que tendrá en taquilla.

Mi opinión – dulce, entretenida, funcional. Así es Monster Trucks.

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