Hoy contamos con otro profesional pasando consulta, en concreco con Álvaro Mazariegos. Este hombre de marketing y publicidad, con un toque de canalla y de pirata, viene hoy a hablarnos de una de las más polémicas mujeres del momento.
Miley Cirus, la nueva Spyce-Bitch
Miley Cyrus se ha convertido en unos de los nombre propios de este 2013. La nueva “spyce-bitch” ha querido llamar la atención y lo está consiguiendo.
De hecho es noticia en prácticamente todos los medios, y no especialmente los musicales. Tampoco es noticia por su música, sino por su sexualidad o bueno, como prefieras llamarlo. Todo lo que hemos visto de Hanna ha quedado en nada.
Pero lo que debemos preguntarnos es si esta nueva estrategia de imagen y marketing personal ha dado resultados. Y la respuesta es sí. No concretamos aún de qué tipo, eso más abajo.
En el gráfico de Google Trends, podemos ver que la artista estaba perdiendo notoriedad por los cuatro costados y que sólo conseguía ser noticia por sus líos amorosos y familiares (en el gráfico, la letra “b”).
Obviando el espectáculo en los MTV. El último vídeo de la artista ha logrado en menos de una semana la friolera de 100 millones de visitas, y si bien, estas no son demasiado fiables, sí que lo son la cantidad de comentarios tanto negativos como positivos. Vamos, no deja indiferente. Y como dice siempre Risto Mejide: “Si nadie se molesta por lo que dices es que no has dicho absolutamente nada”.
Si echamos la vista tres años atrás, Lady Gaga era la reina del baile, su extravagancia era la sexualidad de Miley. Su sello de identidad y de ruido. Pero lo que tenía Lady Gaga era y es una capacidad creativa detrás de toda esa imagen. Aún recuerdo en mi cabeza los estribillos del muy sonado “Telephone” con Beyonce.
¿La tiene Miley?
Uno de los grandes problemas en branding y artistas es la estrategia y en no saber canalizar la notoriedad. Hemos visto como el famoso “Unhated” de Benetton quedo en nada a los pocos meses, la campaña era buena pero la marca estaba anclada con la misma estrategia de los años noventa. Con los artistas pasa lo mismo, y las excentricidades dejaran pronto de llamar la atención.
Seguiremos informando pero mis ojos ahora están en ella y mis oídos en su último single.
