¡Han vuelto!

Los fans de los cómics clásicos de aventuras estamos de enhorabuena. Debido probablemente a la recuperación de los derechos de Fox y de Konstantin Films por parte de Disney, la primera familia de superhéroes –el grupo más legendario, el que dio inicio a la era Marvel en junio de 1961 y bautizó al universo 616ha vuelto por fin, después de una época oscura para los cómics en que la triste ausencia de Reed Richards se hacía notar en el mundo. Si algo está claro es que el universo necesita siempre a los 4 Fantásticos. Y no me refiero necesariamente al universo Marvel.

El arranque de esta nueva etapa nos llega de manos del brillante guionista Dan Slottuno de los pesos pesados del cómic estadounidense de lo que va de siglo– y el dibujo de la siempre espectacular Sara Pichelli, que se ha ganado con honores un puesto entre los dibujantes más admirados del momento. Completan el número una historia corta dibujada por el fascinante artista italiano Simone Bianchi y una tira cómica del siempre divertido Skottie Young.

Aunque aún es pronto para poder analizar la obra a fondo, este primer número ya muestra un poco por dónde van a ir los tiros. Y, francamente, parece un camino agradable. Al ser un primer capítulo de presentación de la nueva era, se centra más en mostrarnos en qué momento emocional de sus vidas está cada personaje y aún no podemos meternos de lleno en las clásicas tramas 4F de aventuras locas y desenfadadas –excepto por un breve flashback que nos muestra una aventura sencilla y divertida de tiempos mejores-. Pero, aunque sea de un modo muy esbozado, ya empieza a augurar los elementos que conformarán la obra, que son los pilares básicos que siempre han tenido los cómics de los 4 Fantásticos, los que los hacen imprescindibles como faro luminoso en un mundo oscuro: Aventura, viajes espaciales, descubrimientos fascinantes, lazos familiares, algo de drama emotivo y sobre todo un elenco imprescindible de secundarios de lujo.

Y es que el bueno de Slott ha sabido incluir ya en el primer capítulo a todos los secundarios importantes de los 4F, aunque en algunos casos sea de forma más anecdótica que en otros, pero sabiendo que mostrarlos ni que sea un leve instante ya va a dejar claro al lector que éste va a ser un cómic clásico de la franquicia. Alicia Masters –el eterno amor de La Cosa-, Wyatt Wingfoot –el mejor amigo de la Antorcha-, los macarras de la calle Yancy, Medusa, Crystal, Hulka –siendo Dan Slott, no podía dejar de incluir a su personaje más querido-, Willie Lumpkin –nuestro cartero favorito– y, por supuesto, el Doctor Muerte, probablemente el villano más carismático de Marvel –y de lo que no es Marvel-.

Los diálogos de Slott son siempre brillantes y su forma de narrar no admite queja alguna, como ya nos lo demostró en su legendaria etapa de Hulka –She-Hulk by Dan Slott volúmenes 1 y 2, 2004 a 2006, uno de los cómics más divertidos que vais a poder encontrar jamás-. Y en este nuevo inicio de los 4 Fantásticos no parece que vaya a defraudarnos en absoluto. Sólo tenéis que ver a Johnny Storm haciendo de Ferris Bueller en una hilarante escena de este número para que os quede claro que esto es puro Slott. Oh, y no sé a vosotros, pero a mí la splash-page de la página 22 me ha arrancado una sincera lagrimita.

Sólo podemos esperar al próximo número con ansia y altas expectativas. Porque “el mejor cómic del mundo” –como reza el propio subtítulo de la serie– ha vuelto por todo lo alto y promete estar a la altura de sus mejores épocas, las originales de Stan Lee y Jack Kirby en los 60 o la era de Pacheco, Larroca, Davis y otros grandes en el Fantastic Four volumen 3 de 1998 a 2003.

Y es que, como decía la tía Petunia: ¡Es la hora de las tortas, verdaderos creyentes!

Artículo de Jöse Sénder.

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