En los años 70 la televisión sufrió muchos cambios y vivió la llegada de nuevas producciones que perdudarían como iconos, una de las más aplaudidas fue Los Ángeles de Charlie que estuvo en antena durante cinco temporadas y llegó a su fin en 1981. Décadas más tarde se realizaron dos películas cinematográficas con un nuevo reparto, qué más que un refrito el producto original eran secuelas del mismo, manteniendo un pasado ya existente y la presencia del oculto Charlie.
Posteriormente, en 2011, se intentó crear una nueva serie para la pequeña pantalla, que en general es prácticamente desconocida para los espectadores. Ha habido que esperar hasta 2019 para que la historia continúe con una nueva película que respeta el canon preexistente, pero que a la vez intenta crear una nueva franquicia con la clara intención de seguir narrando las aventuras de este grupo de espías.
Encabeza este proyecto Elizabeth Banks, que dirige y también actúa al lado de Kristen Stewart, Naomi Scott y Ella Balinska, además del veterano y siempre estupendo Patrick Stewart. Precisamente es este último quién sirve de nexo directo entre el presente y el pasado, ya que da vida a John Bosley, que en la serie original fue interpretado por David Doyle. Para a pesar de este respeto por lo ya existente, algunas referencias a las producciones pasadas y varios cameos, no ha terminado de funcionar en su país de origen.
Hay que ser sinceros Los ángeles de Charlie versión 2019 es la película qué debe y puede ser, y si alguien espera algo distinto saldrá completamente decepcionado de la sala. Es un filme entretenido, divertido y que cumple con lo que se espera de una aventura de espionaje: humor, escenas de acción, peleas y persecuciones, unos giros de guión y por supuesto mucho estilo al vestir.
Poco más se puede decir, el interés de ver este filme debería ser la pura y dura evasión, el deseo de pasar un buen rato y divertirse con lo que quizá sea al comienzo una nueva vida para esta franquicia.
