Cada cierto tiempo los cómics de superhéroes, ya sean de DC o Marvel (o Valiant, o lo que cada uno lea) hacen macro eventos que unen a los personajes de su Universo para luchar juntos contra alguna gran amenaza. Por desgracia en los últimos años siempre que ha pasado esto, ha sido solamente por un interés comercial y que realmente tenía pocas consecuencias reales en la cronología y la continuidad. La noche más oscura es una excepción a esto último, creando una aventura de corte global (y universal por los hechos que atañe) en la que la batuta la llevan los resucitados Linterna Verde (Hal Jordan) yFlash (Barry Allen), devueltos al lugar que debían tener y viviendo además una nueva edad de oro en sus historias.
Todo comienza con William Hand, un villano de segunda que operaba bajo el nombre de Mano Negra (Black Hand en su inglés original), pero que ahora es el heraldo de la muerte, la personificación de la oscuridad de los Black Corps,y ante él (y aquellos que volverán a la no-vida) solo se interpone el Universo. Y quizá, eso no sea suficiente para detenerlos.
Todo un quién es quién de los personajes más importantes del momento, además de los más queridos por el guionista central, peleando en una guerra en la que los más profundos dolores, miedos y dudas harán su aparición. ¿Quién es, acaso, capaz de hacer frente a su más querido amigo si pensamos que este ha vuelto de entre los muertos? A esa pregunta tendrán que responder los miembros de la Liga de la Justicia (entre otros) a lo largo de estas más de 500 páginas.
Pero más allá de esta batalla que no es más que superficial, lo que Geoff Johns realmente hace es dar un gran viso de profundidad (muy necesario, por otra parte) a toda la mitología de los Green Lantern Corps, su lugar en el Universo DC, el porqué de sus acciones y también del resto de Lanterns que andan por ahí. Un auténtico indispensable para entender el statu quo existente en esta editorial y sus personajes, antes de dar borrón y cuenta nueva con el New Universe.
Tras la noche, siempre llega el día.
Publicado originalmente en Unagi Magazine
