Ed Piskor se ha dedicado a examinar meticulosamente toda la cronología mutante y a narrarla de forma concisa y comprensible en esta obra de referencia.

Ed Piskor sigue adelante con su labor de catalogar y resumir de forma clara y lineal la vasta y compleja historia de los X-Men. Panini nos trae al fin la segunda entrega de su meticulosa obra La gran novela de la Patrulla-X, dedicada en este caso a la época que va desde la Segunda Génesis hasta la llegada de Forja.

A la Segunda Génesis podríamos llamarla coloquialmente “cuando la Patrulla-X empezó a molar”. La serie original había sido cancelada en 1970 por un descenso en su calidad y en sus ventas. Había sido olvidada y sustituida en éxito por Los Vengadores y otras series de la compañía. Pero algunos guionistas que idolatraban a los mutantes no se rindieron y así fue como en 1975 consiguieron relanzar la serie en el ya legendario Giant-Size X-Men nº 1, con un nuevo equipo de superhéroes más fresco, innovador, multirracial y carismático, que incluía a Tormenta, Lobezno, Coloso, Rondador Nocturno, Banshee, Ave de Trueno y Fuego Solar. La franquicia recuperó gracias a esta nueva andadura su puesto destacado entre los cómics de mayor éxito en todo el mundo y así sigue a día de hoy.

Si no estáis familiarizados con la obra de Piskor y no habéis leído el primer volumen, baste decir que el autor se ha dedicado a examinar meticulosamente toda la cronología mutante, incluyendo los posteriores añadidos en retrocontinuidad, y a narrarla de forma concisa y comprensible en esta obra de referencia. Si algún día sois guionistas de Marvel y os enfrentáis a la titánica tarea de buscar referencias pasadas para saber qué escribir y qué no, no os comáis más la cabeza y emplead como guía este cómic.

En su primera entrega, nos resumió fielmente toda la andadura sesentera de los X-Men y aquí prosigue desde la llegada del segundo equipo en adelante, comprimiendo algunos de los momentos más legendarios de los mutantes: La isla de Krakoa, el Club Fuego Infernal, la saga de Fénix Oscura, los Shi’Ar y el cristal M’Kraan, los Saqueadores Estelares y el regreso del padre de Cíclope, la llegada de Legión y Gatasombra, la primera muerte de Jean Grey, el nacimiento de la eterna enemistad entre Pícara y Ms. Marvel, la boda de Cíclope y Madeline Pryor, el inicio del largo camino de redención de Magneto –uno de los más complejos y mejor llevados arcos de redención que jamás se hayan escrito, que por desgracia Cullen Bunn ha decidido tirar por tierra recientemente-, la saga del Nido, la caída de Magik al Limbo, el nacimiento de Binaria, la fundación de los Nuevos Mutantes o la aparición de los Morlocks.

Aunque Piskor sea todo un talento a la hora de documentarse, era inevitable que se le pasara algo por alto, teniendo en cuenta la cantidad de veces que Marvel ha cambiado cosas del pasado mediante precuelas escritas posteriormente. En este caso, se ha saltado por completo los sucesos de Génesis Mortal, en los que descubríamos que entre el equipo original de los X-Men y el de la Segunda Génesis hubo otro equipo de muy breve duración liderado por el hermano perdido de Cíclope y Kaos: Gabriel Summers, alias Vulcano. Ignoro si Piskor lo ha obviado por un lapsus informativo o si directamente ha decidido no incluirlo porque, no nos engañemos, aquella miniserie de 2005-06 no fue precisamente un dechado de calidad narrativa.

En lo visual, Ed Piskor imita el estilo de dibujo de los cómics clásicos a los que alude, cargados de hieratismo de los inicios superheroicos e incluso sombreados con trama de puntitos como en las viejas tiras de prensa. El color y las texturas de fondo de página están pensados para dar una sensación de antigüedad, como si fueran archivos rescatados de una oscura biblioteca en papel envejecido. Ese aspecto retro y sucio está más que buscado para contribuir al clasicismo de la obra.

Esta gran labor de recopilación y ordenación de tramas nos llega con un suculento extra: la inclusión al final del mencionado Giant-Size X-Men nº 1 de 1975, escrito por Len Wein y dibujado por Dave Cockrum, pero además recoloreado por el propio Piskor para darle un aspecto homogéneo con el resto del tomo. Por ello, esta edición especial de coleccionista se ha lanzado en el tamaño gigante que tuviera el cómic original, a 23,5 x 33,5 cm. Una verdadera gozada para los amantes de la Marvel clásica y de las legendarias etapas mutantes de los 70.

Artículo de Jöse Sénder.

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