Cuando se va un grande algo se rompe. Notas que dentro de ti aparece un hueco que jamás podrá llenarse, no sabías que estaba ahí hasta este momento.

Sus canciones te han hecho soñar y viajar a otros mundos, quizá hasta literalmente. Solo con cerrar los ojos podías ver lugares increíbles pues tal era el poder de su voz.

Nunca era el mismo. Con los años cambiaba y se transformaba. Pasaba de ser él a otro él diferente, pero siempre mantenía su esencia.

Ahora ha dado el paso final, quizá vuelva ya sin su caparazón, quizá vuelva siendo una mariposa.

Descansa, bien sabes que te lo has ganado. Aunque no creo que lo hagas. Allí, el sitio en el que estés ahora, seguro que allí creas nuevas melodías que conmoverán a todos con los que te cruces.

Hasta pronto, David Bowie.

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