¿Un bufón? ¿Una psicópata? ¿Villana? ¿Héroe? ¿Quién es Harley

¿Un bufón? ¿Una psicópata? ¿Villana? ¿Héroe? ¿Quién es Harley Quinn?

Harley Quinn es un personaje creado por Paul Dini y Bruce Timm en la serie de animación Batman, the Animated Series como versión femenina del Joker. Bueno, contrapartida femenina y pareja con la que mantiene una relación tóxica e insana de violencia y maltrato sería una definición más exacta.

Harley Quinn es el pseudónimo villano de la Dra. Harleen Quinzel, excelente, inteligente y talentosa psiquiatra, todo un prodigio que decidió enfrentarse al mayor reto de todos: analizar al Joker. Antes de que ella se lo pudiera llevar a su terreno, él lo consiguió primero, y a medida que se iban sucediendo las horas de terapia ella iba cayendo en sus redes… hasta caer total y absolutamente enamorada de él, convirtiéndose, lentamente, en Harley Quinn.

Pero en este tomo nos encontramos en una etapa post Joker, en la que la pirada que nos ocupa ha pasado página, se respeta y se ha dado cuenta de que jamás conseguirá que el príncipe payaso del crimen la respete y, como villana que es, seguirá con sus fechorías, delitos y diversiones varias.

Todo eso mientras salva su vida, claro, porque parece ser que alguien se la tiene jurada y tendrá que salir airosa de diferentes situaciones de vida o muerte y zafarse de sus perseguidores. Estamos ante una Harley Quinn que hará lo que sea necesario para mantener la autopreservación, en unas viñetas más oscuras, violentas y sangrientas de lo que fueron sus inicios, con líneas de corte más adulto y quizá realista, dado que las acciones tienen consecuencias y si revientas tu apartamento tendrás que buscar otro.

Pero autopreservación también significa pensar en el futuro, determinar qué esperar de la vida y qué se quiere de ella. Y para ello debes saber quién eres en realidad. Por más que se vista de arlequín la doctora Quinzel sigue en su interior, mostrando dos facetas de una misma persona, a veces enfrentadas pero que no se pueden silenciar. Todos tenemos unas motivaciones y unos valores que, por más que a veces nos queramos convencer de lo contrario, si no actuamos en consonancia a ellos nos acabarán alcanzando como esos fantasmas que negamos crear, volviéndonos cada vez más chiflados.

Si París bien vale una misa, este tomo bien vale lo que cuesta y es que en estas más de 300 pág. podemos leer recopilados los núm. 26 al 38 de la serie original Harley Quinn y las muchas manos que se congregan en esta obra, como Lieberman en el guión, los magníficos lápices de Huddleston, Fox, Yeowell y Adlard, que nos invitan a seguir y guían a través de las investigaciones en las que se ve metida la protagonista, ayudados por el espléndido color de Sinclair y Benjamin y con la guinda que conforman las portadas de Huddleston y Morse hacen las delicias de cualquier lector, ofreciendo una lectura que mantendrá enganchado al que se siente a leer estas páginas, para el que seguro que será todo un deleite.

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