Gandhi eligió una vida pacífica... ¡Para evitar convertirse en un monstruo!

No sé si conocéis una productora de cine llamada The Asylum. Es un estudio totalmente centrado en la serie B (o Z, más bien) que se especializa en productos pasados de rosca, muchos de ellos bebiendo de forma directa y nada oculta de grandes éxitos con títulos como Atlantic Rim (Pacific Rim), El códice DaVinci (El código DaVinci) o Transmorphers (Transformers). Igual esto no os dice nada, pero son los artífices detrás del éxito de esa saga que une tornados y tiburones, un fenómeno mundial que es amado y odiado a partes iguales.

Según iba avanzando en el cómic Gandhi, la bestia interior, me resultaba imposible no pensar en ellos y en lo bien que encajaría lo narrado en el tomo para ser una de sus películas. Seguramente influido por la divertida Nazis del centro de la Tierra, en la que el título te dice todo lo necesario para saber dónde te estás metiendo, un delirio pop que parece salido de la mente de Fry en un día de resaca.

Y esa misma sensación he tenido al leer la obra que firma Jason G. Michalski, una historia desternillante y excesiva en la que no falta de nada. Hay nazis, robots, soldados muy duros, un par de sosias de Abott y Costello, mucho humor y por encima de todo la reveladora verdad de que el camino elegido por Gandhi viene de su afección a convertirse en un irascible gigante cada vez que se enfada.

Sí, igual que Hulk, un claro y total homenaje al personaje, igual que todo el cómic lo es a la ciencia ficción de Serie B que reinó en los años cincuenta del siglo XX y que tiene una nueva vida desde hace un tiempo. Esto es usado con sapiencia por el dibujante Antonio Rojo, que lejos de intentar alejar a su monstruoso Gandhi del gigante esmeralda, se deja llevar directamente por esa idea ilustrando a un poderoso ser a medio camino del Hulk de Jack Kirby y La Cosa de John Byrne.

Es esta estupenda y excéntrica locura la que llena las páginas de Gandhi, la bestia interior, uno de los tomos más divertidos que he podido leer este año y que seguramente sea una de esas obras que irá siendo cada vez más conocida gracias al boca a boca.

Podéis esperar a que os lo cuenten, o podéis ir a vuestra librería, comprarlo y empezar con la lectura.

Vosotros decidís 😉

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