Cuando desarrollamos una actividad, y más si es una que queremos enfocar para lucrarnos, no nos podemos quedar solo con el cumplimiento de la misma. Es decir: si haces pasteles, no debe bastarte conseguir 1 receta y seguirla una y otra vez, sino buscar otras para ver qué funciona y qué no, cuál es la diferencia entre hacerlo de una manera o de otra y descubrir cosas nuevas.

Saber qué es lo que hay para saber qué puedes usar.

En otras palabras: formarte.

Si haces las cosas de una manera determinada, tendrás resultados determinados. Si ves qué hace el resto, con qué y cómo, podrás mejorarlos y conseguir diversidad de ellos. Ser consciente de qué consigues y hacerlo por decisión propia.

Hay muchas maneras de llegar a ello. Una de las más vistosas y atractivas son los salones, convenciones y ferias como Creativa, dedicada a las manualidades.

En ellas puedes ver exposiciones y las maravillas que los más experimentados (o expertos) saben hacer y a las que tú puedes aspirar. Verdaderas joyas.

También hay tiendas de todo tipo, tamaño y forma versadas en distintas disciplinas que quizá no contemplabas e incluso ponen a tu disposición herramientas y nuevas técnicas para obtener mejores y nuevos resultados.

Y no nos olvidemos de las actividades, talleres y cursos (gratuitos o no) en los que las mismas tiendas y asociaciones te enseñan a usar las herramientas, técnicas o te enseñan cómo crear algo que no esperabas.

Una verdadera oportunidad para ampliar tus horizontes de conocimiento.

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