Un viaje a lo desconocido que muy bien podía haber sido un episodio de The Twilight Zone

La muerte es como el espacio: una terrorífica oscuridad que puede conducir a increíbles descubrimientos… si tienes la nave adecuada.

Tras una experiencia cercana a la muerte, Thalia Rosewood, la joven recepcionista de una funeraria, es reclutada por los Eutanautas: un selecto grupo de psiconautas, gente trastornada y otros intrépidos exploradores dispuestos a descubrir lo que hay Más Allá…

Nadie sabe a ciencia cierta qué sucede al morir. Teorías hay muchas y la doctora Lobo también tiene la suya propia: “Cuando mueres es tu voluntad la que deja de existir, ¡No la energía!”. Pero toda teoría debe ser comprobada, y para ello usará a Thalia Rosewood como conejillo de indias. Sin que ella lo sepa o sin que haya dado su permiso, pero a fin de cuentas la muerte nunca llama para entrar a casa.

A partir de aquí la historia se adentra en terreno desconocido, en ese momento que es común para todos y del que poco sabemos al respecto. Lo hace a través de distintos planteamientos al respecto, que van desde la ciencia en estado puro, a lo místico, pasando por el dolor de la pérdida y la preparación para el mismo. Una montaña rusa de ideas y filosofías, que unidas conforman un tomo que debería ser compra obligada.

Eutanautas no es un cómic sencillo de explicar, y no pretende serlo. Es una experiencia en sí misma en la que Tini Howard ha creado un guión que hace volar al lector hacia otro mundo, quizá el mundo final, mientras intenta que su viaje (en más de un sentido) sea lo más real posible planteando más preguntas que respuestas.

Su tratamiento de personajes es excelente, cada uno de ellos perfectamente definido y representando una idea clara sobre cómo es la muerte, todo dentro de un mundo ordinario y plausible que se asemeja totalmente al nuestro. Igual de encomiable es su uso del humor negro y unos diálogos atractivos, que son la mejor baza para enganchar al que está al otro lado de la página.

De igual forma Nick Robles, el dibujante, crea algunas de las imágenes más llamativas que se han podido ver en el mundo del cómic últimamente. Su trazo es firme y preciso, al igual que es onírico cuando lo precisa, oscuro cuando la historia lo reclama y apasionado en todo momento.

Su habilidad es capaz de retratar con candor y dulzura a Thalia Rosewood cuando se encuentra perdida, con dolor a la doctor Lobo cuando vive sus últimos momentos, pero también de crear el más horrendo de los monstruos cuando el pasado vuelve para romper el presente, o en ocasiones parecer un Winsor McCay desatado.

La unión de ambos ha logrado crear una de las lecturas más interesantes de la actualidad, uno de esos cómics que si bien se tomarán su tiempo en ir llegando a los lectores, cuando logre hacerlo se quedará para siempre. 

Muy seguramente Eutanautas está destinado a ser una obra de culto aclamada y aplaudida,

un viaje a lo desconocido que muy bien podía haber sido un episodio de The Twilight Zone.

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