Tras una exitosa primera temporada ha llegado el momento de adentrarnos en la segunda.

Cada vez hay más series, esto es así, y las productoras han visto un cierto filón en el mundo del cómic, igual que hace años el cine llegó a esa misma conclusión.

Poco a poco las viñetas van poblando las pantallas y tenemos títulos de éxito como The Flash, Legends of Tomorrow, Agents of S.H.I.E.L.D que sucede dentro del universo cinematográfico de Marvel y por supuesto Daredevil que se ha convertido por derecho propio en una de las más elogiadas de Netflix.

Dentro del cómic

El personaje apareció en 1964 en el primer título de su colección, siendo una creación de Bill Everett y el casi omnipresente Stan Lee, autor que ha logrado volverse en los últimos años en todo un icono de la cultura pop prácticamente reconocible por cualquiera.

Luciendo un uniforme en parte amarillo en sus primeras historias seguía la línea de héroes con pies de barro de Marvel Comics, ya que tras un accidente en el que le caen residuos tóxicos encima pierde la visión pero le compensa con aumentar sus sentidos. Así pasa a formar parte de ese intento realista (para su momento) de dotar a los aventureros de una cierta profundidad y alejarlos de los dioses perfectos que estaba dando DC Comics. En España sería conocido como Dan Defensor al ser publicado por la editorial Vértice, cambio motivado por las dos enormes “D” que luce en el pecho, posteriormente será dejado lado para respetar el nombre original.

Realmente no puede hablarse del personaje según lo concebimos hasta los años ochenta, década en la que atravesó una reinterpretación en toda regla. Se oscureció su figura para acercarse al público adulto, algo logrado gracias a obras como Born Again con el trabajo de Frank Miller y en fechas más cercanas a la labor de Brian Michael Bendis o Ed Brubaker.

Antes de la serie televisiva

En muchas ocasiones es considerado un personaje de culto a pesar de gozar de cierta popularidad y ser uno de los clásicos de Marvel Comics; esto le ha valido tener diferentes pasos por el mundo audiovisual desde 1975 cuando Angela Bowie quiso poner en marcha un proyecto con ella de Viuda Negra y Ben Carruthers como Daredevil.

No llegó a buen puerto y hubo que esperar hasta 1989 cuando hizo aparición en la película El juicio del increíble Hulk, filme dirigido y protagonizado por Bill Bixby como David Banner (que no Bruce) y Lou Ferrigno siendo su alter ego como en la serie televisiva original. Aquí el héroe ciego tendría el rostro de Rex Smith y un traje muy distinto del visto en el cómic, aunque posteriormente se usaría (más o menos) en este siendo también muy similar el que se ve en la temporada 1 de Nexflix. También aparecerá John Rhys-Davies (sí, Gimli) como Kingpin, además de un cameo del propio Stan Lee.

Es también en los años ochenta cuando tuvo su primera versión animada dentro de la divertida Spider-Man and His Amazing Friends, además de un cancelado proyecto para lanzar su propia cabecera. Volvería a compartir escenas con el trepamuros en la producción de los noventa, que fue un auténtico no parar de personajes y cameo, y también en Los cuatro fantásticos que se ambientaba en el mismo universo.

El mejor intento, aunque fallido en sus formas, fue en 2003. Se estrenó en cines Daredevil protagonizada por Ben Affleck, que no consiguió gustar a crítica ni a público haciendo que la idea de una segunda parte se encallara para siempre. Sí llegó a realizarse una película solo con Elektra en la que tenía un cameo, que fue cortado de la versión final.

Daredevil, la serie

El 10 de abril de 2015 Netflix estrenó la primera temporada de esta producción creada por Drew Goddard, que está dentro de la continuidad establecida en el universo cinematográfico de Marvel Studios, con Charlie Cox como protagonista; un rostro ya conocido gracias a Boardwalk Empire y la película La teoría del todo.

A su lado estaban Elden Henson (Pollux en Los juegos del hambre) como Foggy Nelson, Deborah Ann Woll (Jessica Hamby en True Blood) como Karen Page y Vincent D’Onofrio dando una visión más humana a la par que inquietante de Kingpin, o solamente Wilson Fisk ya que jamás veremos mentar ese alias. Este actor es sin duda lo mejor de la serie, brindando una actuación muy medida y llena de matices que deja ver tanto al criminal como al hombre que hay debajo; logrando que sintamos gran empatía con él y nos llene de lástima por su marcha de la producción.

En gran medida la cabecera huye de forma consciente de todo lo que pueda relacionarla con una adaptación de un superhéroe y convierte al relato en una larga película que camina entre el genero negro, la acción y el thriller teniendo como arco argumental el duelo entre Fisk y Daredevil. No solo en el aspecto más literal, que también estará, más en el plano psicológico mostrando la dualidad y similitud entre ambos siendo en esencia solo dos personas que hacen lo que consideran mejor para su ciudad.

El público la devoró, incluso haciendo maratones para verla completa de una sentada, y la crítica la alabó por lo bien llevado de su guión, una construcción de personajes fuerte, una fantástica ambientación y lo acertado de su duración de tan solo trece episodios.

Y llega la nueva temporada

El éxito que había tenido la primera tanda de episodios hizo que estuviera claro que una segunda temporada era necesaria y casi obligada. Repite en la misma el elenco protagonista que se muestra más unido que nunca, aunque el Paraíso jamás es perfecto, con un Matt Murdock entregado a su misión aunque rozando las pautas de adicción que ya se dejaron ver anteriormente.

La desaparición de Wilson Fisk lleva a la ciudad a un lógico enfrentamiento entre bandas, momento en el que aparece un hombre al que se conocerá como The Punisher o el Castigador, según se tradujo en los cómics en nuestro país.

Este personaje conforma la idea del antihéroe desde que apareció en 1974 de la mano del legendario guionista Gerry Conway y los dibujantes Ross Andru, enfrentándose a Spider-Man en The Amazing Spider-Man nº 129 como parte de un engaño del Chacal. Frío, totalmente vestido de negro e implacable como los justicieros de las películas de la época, logró una gran popularidad que se vería incrementada durante los ochenta. Llegaría a tener su propio filme con Dolph Lungred a la cabeza, para en la década de los 2000 tener otras dos incursiones con los actores Thomas Jane y Ray Stevenson, este último en Punisher: War Zone que resultó mucho más acertada que la anterior.

Con el rostro de Jon Bernthal se presenta como una de las novedades más anunciadas de esta temporada, casi pareciendo un calco del dibujado por Steve Dillon y con claras reminiscencias a esa etapa que guionizó Garth Ennis. Si en los episodios pasados el duelo era entre Fisk y Daredevil se traslada ahora a este nuevo jugador de la partida, otra vez mostrando dos caras de la misma moneda y las pocas diferencias que existen entre ambos. Esto es algo que ha sido largamente explicado en los cómics, con situaciones realmente extremas tanto por uno como por otro, llegando el diablo a formar su propio grupo para darle caza (dentro de la miniserie Marvel Knights).

Sin caer en tintes tan dramáticos estará Elektra, una figura de la época universitaria de Matt Murdock y gracias a la que sabremos más de este, quizá no tanto sobre quién es pero sí sobre quién era. Elodie Yung, a la que quizá recordéis de Jinx en G.I. Joe: La venganza, aborda su interpretación destilando sensualidad y peligro por todas partes, preparada para lanzar por la borda todo lo que el abogado ha luchado por conseguir y comenzando otro duelo, aunque en esta ocasión es más de él con él mismo. Todos tenemos un pasado, una historia detrás que hemos dejado en la sombra y en este caso ha vuelto a la luz cargada de energía.

El personaje nació de la mente de Frank Miller y apareció en Daredevil nº 168 en 1981 como una temible oponente de la que se descubriría que había sido la novia del protagonista en su época de estudiantes. Como cabía esperar según el oscurecimiento de los cómics en ese momento, no iba a terminar bien marcando un momento inolvidable en los lectores. Posteriormente ha tenido sus propias series y apariciones en otros tantos títulos de La Casa de las ideas, en ocasiones mostrando que los autores no sabían muy bien qué hacer con ella.

Su introducción en la serie es otro de los anunciados platos fuertes que dejaba claro que esta temporada se intentaría alejar de algunas de las propuestas de la anterior, sin hacerlo de los puntos positivos como es un buen guión, unas actuaciones llenas de talento y una ambientación muy cuidada.

Promesas cumplidas

La faceta de Matt Murdock como Daredevil parece ya encajada dentro de su día a día (o día y noche, mejor dicho), lo que no quiere decir que en ocasiones tenga dudas sobre esta cruzada y que estas lleguen a más al tener que mirarse en el espejo roto que es el Castigador, quizá devolviéndole una imagen casi igual a él mismo; un tema que será constante a lo largo de los episodios y que solo promete ir a más en el futuro.

El conflicto moral que luce el protagonista es solo la guinda del pastel, ya que de fondo sigue la incesante lucha por defender a su ciudad, encauzar una vida personal que no parece fácil de compaginar con su labor de justiciero y por supuesto unas pocas muestras del universo más complejo que Netflix está componiendo a través de Jessica Jones (usando como nexo a Rosario Dawson y el personaje Claire Temple) y las series por venir Luke Cage y The Defenders que se centrarán en historias más urbanas que las películas cinematográficas que van por una vertiente bien distinta.

Igualmente tiene sus flaquezas, no existe la perfección, y la anterior temporada presentaba una trama mejor elaborada, que poco a poco iba abriéndose y extendiéndose haciendo ver que el juego de ajedrez era más complejo de lo que parecía en un principio. Es cierto que este aspecto se conserva y a medida que avancen los episodios es cuando se irán haciendo las conexiones precisas, pero de una forma menos acertada lo que no quiere decir que sea mala. Nada más lejos, sencillamente menos conseguida.

Daredevil vuelve a Netflix este 18 de marzo y lo hace con fuerza, dejando claro que sí se pueden hacer buenas series basadas en superhéroes, alejándolas de los tópicos y lograr que sigan manteniendo su esencia, además de hacerlas accesible a un público mucho mayor.

Una segunda temporada que no va a decepcionar a nadie y que, de nuevo, hace desear que rápidamente llegue la próxima.

2 comentarios en «Daredevil, del cómic a la temporada 2»

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