¿Quién no querría viajar en el tiempo?
Debe ser increíble surcar las olas cronales, llegar a sitios a los que nadie ha llegado antes, ver cómo fueron los hechos históricos, quizá hacerse amigo de Colón o viajar hasta el día en el que el primer mamífero salió del mar…
Momentos únicos y que quedan solo para nuestra imaginación.
Pero, y es un pero importante, quizá lo que uno desea se torna en pesadilla. Al menos Mark Millar lo tiene claro y plantea en Cronautas una historia sobre la codicia y la amistad, un cómic divertido que usa el concepto del viaje en el tiempo de forma inteligente para conformar un relato que en ciertos momentos recuerda a Los héroes del tiempo pero en una versión más sombría.
En este caso los héroes son dos científicos (y amigos) llamados Corbin Quinn y Danny Reilly, dos genios en toda regla pero que parecen más bien estrellas del rock en lo que es una total referencia al Malcom de Jeff Goldblum. Estos dos protagonistas viajarán al pasado gracias a unos trajes que les permiten ir de un momento a otro del tiempo, aprovechándose de sus conocimientos para (dicho de forma sencilla) hacer todo lo que siempre han querido, jugando por toda la corriente temporal causando estragos a la historia a su paso.
El encargado de dar vida a esta divertida premisa es Sean Gordon Murphy (con el acertado color de Matt Hollingsworth), al que os recomiendo en Punk Rock Jesus, con un estilo que puede tildarse de sucio y algo tosco pero que se muestra perfecto para el rápido ritmo de la historia de Mark Millar, que comienza de forma precipitada y sigue de la misma y precipitada forma hasta el final del tomo.
Una historia para amantes de la ciencia ficción, con toques que recuerdan a clásicos como los ya mencionados o la genial saga Regreso al futuro, que juega con el viaje en el tiempo dejando por el camino algunas cosas que no encajan del todo pero que se perdonan a cambio del buen rato que dan estas páginas.
