Lobo y Batman unidos, contra su voluntad

Cuando alguien menciona al personaje llamado Lobo, es muy probable que la mente viaje hasta la imagen más icónica del mismo. La de un tipo enorme y muy musculoso, que recorre el universo en su moto, vendiendo su habilidad para matar al mejor postor y siempre lleno de una divertida violencia muy gratuita.

El mejor momento de este mercenario fue a lo largo de los años noventa del siglo XX, lo que hace que en ocasiones haya personas que se confundan y asuman que nació entonces (no lo hizo, fue en 1983). Pero fue en esa época cuando su popularidad y éxito fue mayor que nunca, gracias a su mal carácter, sus palabras malsonantes, su machismo de manual y su capacidad innata para meterse en situaciones que necesitaban armas para salir.

Sí, en toda regla era una parodia consciente del tipo de antihéroes que triunfaban en los los ochenta y noventa en el mundo del cómic de superhéroes, riéndose de todos ellos pero también llegando a compartir aventuras con algunos como Lobezno, Juez Dredd o La Máscara (que gozó de gran popularidad gracias a la película de Jim Carrey, que suavizaba mucho la creación original).

Otro de los héroes con los que se dio cita fue con Batman, pero claro está aquí la cosa fue bien distinta ya que la santa trinidad de DC Comics (es decir, Superman, Wonder Woman y el mentado Batman) no ve con buenos ojos la forma de ser de este mercenario. Quizá por eso mismo la primera de las dos aventuras del tomo Batman/Lobo sea un Otros Mundos en hechos y esencia.

De esta forma Alan Grant y el dibujante Simon Bisley pueden crear la historia más violenta, divertida, sardónica y pasada de rosca que les permite su imaginación. Llena de momentos que son puro salvajismo, otros que viajan por la comedia y otros tantos que no serían posibles de estar en el universo regular.

A esto se suma además que Simon Bisley, es sin duda uno de los dibujantes atados por la cadena de la eternidad al personaje. Fue él el profesional que le dio su aspecto más definitivo y brutal, convirtiéndolo en una enorme masa llena de peligro que impresiona solo con entrar en la sala. Claro está que el talento de este autor es bien conocido, siendo el firmante de otros trabajos como Juez Dredd, Hellblazer o El Increíble Hulk, entre otros muchos.

La segunda historia si bien mantiene parte de esta caos, no llega al mismo nivel. Y es que la elección de Sam Kieth es la de una trama en la que el mercenario y el cruzado de Gotham se unan para poner fin a un mal (que no detallo, a fin de no hacer destripes innecesarios). Esto hace que todo podría suceder sin problema alguno dentro del universo regular, pero provoca que luzca menos y pierda puntos tras haber leído la propuesta de Alan Gran y Simon Bisley. Y esto es una lástima, ya que Sam Kieth es uno de los grandes nombres de esta industria, bien por sus trabajos propios como The Maxx o Zero Girl, o por otros de encargo para personajes como Batman (precisamente).

Batman/Lobo es un tomo entretenido y salvaje, con mucha violencia, palabras malsonantes y diversión a raudales. ¿Y no es eso lo que uno quiere cuando se adentra en un cómic del mercenario más peligroso del universo?

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