Busiek y Anderson siguen explorando las calles de Astrocity, en esta ocasión a través de un villano de segunda.

Una de las mejores cosas que tiene Astrocity es el que lejos de centrarse en los superhéroes lo hace en las personas, estas pueden tener poderes, ser justicieros, simples turistas o villanos.

O sus secuaces.

Busiek y Anderson saben que más allá de las capas y de los colores brillantes lo que hay son personas, gente con problemas, igual que tú y que yo, así que no es raro que hayan dedicado una extensa historia al que sería un malo de segunda.

Tan de segunda que realmente tiene un origen de segunda (se puso al servicio de un mad doctor para ser su cobaya), con idas y venidas por la cárcel, y en fin, poco más. En toda regla cumple los tópicos de un matón con poderes y poco más, precisamente esto será lo que le haga interesante.

De nuevo nos alejamos de las capas y los colores brillantes, aunque él esté recubierto de acero y resplandezca, nos adentramos en una realidad mucho más mundana que navega entre lo ordinario y la tristeza pero logrando además ensalzarla para convertirla en algo maravilloso.

El protagonista hará las veces de guía por esa ciudad casi mágica en ocasiones que poco a poco vamos descubriendo, en gran parte él es casi igual de turista que nosotros ya que ha pasado los últimos años en prisión y debe encontrarse de nuevo con su mundo, pero también consigo mismo.

¿Es un villano? ¿Un matón? ¿Un hombre con mala suerte?

Quizá sin saberlo sea un ángel.

Desde la primera vez que pude leer este tomo se convirtió de forma automática en uno de mis favoritos de Astrocity. El tratamiento de personajes se mezcla con tramas cruzadas que aportan más a cada uno de los protagonistas, lo que hace que se retroalimente todo el relato a la vez que bebe de detalles y hechos bien conocidos por el seguidor de Astrocity.

A esto hay que sumarle el inspirado dibujo de Brent Anderson, que si ya suele ser de una calidad envidiable alcanza aquí uno de sus mejores momentos. Lo que además combinado con las tintas de Will Blyberg y el color de Alex Sinclair hace que sea una lectura totalmente recomendada, seas conocedor o no de esta cabecera.

Continuará. Concejalía de urbanismo de Astrocity.

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