Una vez charlando con un amigo, que trabajaba en un periódico de importancia, se quejaba porque algunos políticos no le hacían caso, o le dejaban de lado a la hora de dar declaraciones. Bueno, más bien la protesta venía porque a mí no me pasaba eso, no podía entender el cómo yendo por mi cuenta lograba un respeto que a él se le negaba a pesar de la cabecera en la que estaba.
La respuesta era muy sencilla, era una cuestión de aspecto, de imagen y nada más. Él dijo que eso no debía importar, y es cierto que en el periodismo no debería ser así pero lo es, nos guste o no.
1) Cuida tu aspecto: Lo primero que se ve de una persona es el físico y este siempre va cubierto de ropa (o al menos debería). Piensa que si llegas a hacer una entrevista en camiseta, sudado, con pantalones cortos y chanclas (vale, es un ejemplo un poco extremo), tu imagen va a ser todo menos profesional. No es que por ir con una camisa vayas a ser más profesional, pero sí tendrás mejor pinta y en un mundo lleno de imágenes es un error no preocuparse por la propia.
2) Se correcto en tus formas: Siéntate correctamente, no te descalces, no te hurgues en la nariz… Sí, son cosas obvias y lógicas, pero en las ruedas de prensa se ve de todo. Y si yo lo he visto (y de alguna he pecado), también el resto de compañeros que estaban allí. Evitar ser “el tipo que se sacaba una burilla mientras el alcalde hablaba”, es un consejo.
3) Exprésate de forma adecuada: Se amistoso e incluso puedes hacer comentarios/chistes si la charla va por ahí, pero recuerda que no estás de fiesta con tus amigos. Mantén siempre una actitud de respeto hacia la otra persona y se educado, si tú lo eres ellos también lo serán.
Creo que lo mejor es terminar con Charles Bukowski, que va a expresar la idea mucho mejor que yo: “Al carajo con la verdad. El estilo es más importante”.
