¿Te lanzas a un crowdfunding? Van unas ideas que igual te ayudan

Hace unos días que ha dado comienzo la que es mi segunda (realmente tercera) campaña de crowdfunding, en este caso para llevar a cabo un libro sobre la serie de Batman de los 60. Sí, la camp, la de Adam West, la única e irrepetible.

En parte por este motivo, en otro tanto para completar los 5 consejos que escribí hace meses, preparo este nuevo artículo con algunas ideas que espero os sean de utilidad.

Y si queréis participar en la aventura del #Batlibro podéis hacerlo aquí.

1) Organiza bien la campaña

Sentarte con tu libreta, un calendario, pensar cuándo debe lanzarse todo, los días, momentos clave y sencillamente intentar ver por dónde irán los tiros te ahorrará mucho tiempo y quebraderos de cabeza.

Un crowdfunding es igual que un dragón, requiere alimento diario y estar siempre cuidando de él o te comerá vivo. Que pierdas tiempo antes de lanzarte evitará que lo pierdas más adelante.

Prepara las recompensas, asegura que los materiales llegarán, calcula qué tiempo tardarás en tenerlo, mira los gastos de envío… Un buen número de pequeños detalles que debes tener lo primero y que hará que todo sea mucho más fácil.

2) Adelanta trabajo

Durante cuarenta días (esto varía según campañas) vas a tener que estar atento a mil cosas y es que realmente hacer un crowdfunding es una experiencia genial, pero conlleva mucho tiempo.

Intenta tener adelantado todo el trabajo posible. Es decir: deja hechas las imágenes promocionales que vayas a necesitar, edita los vídeos que creas que harán falta e incluso puedes dejarlos subidos a tu canal (en oculto hasta que sean necesarios), programa tus redes sociales si sabes que una semana no vas a poder estar pendiente de ellas…

Al igual que en el punto anterior si gastas tiempo antes, evitarás perderlo después.

3) Ten claro a quién te diriges

Está bien considerar que potencialmente todo el mundo es tu público. Pero recalco lo de creer y lo de potencialmente. Esto quiere decir que no es cierto, no todo el mundo va a ser tu público y tampoco le interesará qué estás haciendo.

No, tampoco a tus amigos o a tu familia. Ellos te apoyan y te quieren, pero no significa que obligatoriamente tengan que aportar en tu crowdfunding. Este error se comete muchas veces y es mejor evitarlo, tu público es tu público y tus colegas tus colegas, a veces son ambas cosas pero muchas otras no.

Dicho esto tienes que pararte a pensar a quién te estás dirigiendo. En el caso de ¡¡¡Batman!!! La inolvidable serie de los 60 podría ser a los seguidores de Batman, pero no es necesariamente así ya que el personaje en la actualidad es muy distinto del que se vio entonces, quizá la nostalgia pese pero en una serie que nunca ha dejado de emitirse hay poca nostalgia, y así sigue la cosa.

En mi caso tengo la suerte de llevar ya varios libros y que la gente me identifica con un estilo concreto, con lo que esa parte la tengo (parcialmente resuelta), pero también sabiendo que no todos mis lectores tienen interés por todos mis libros.

Esta labor requiere que te sientes un buen rato, pienses en tu obra y en qué tipo de persona puede ser consumidora de la misma. Intenta dejar de lado la pasión y los sentimientos, este punto requiere de cabeza y toda la objetividad que sea posible.

4) Usa tus redes sociales

Parece obvio pero en ocasiones no lo es tanto. Todos usamos una, dos, tres o más redes sociales y en todas ellas tenemos gente que comparte nuestros intereses, que sigue nuestra obra y que puede ser precisamente el público que estamos buscando para llevar adelante nuestra campaña.

Comparte en tus perfiles que ha empezado el crowdfunding, los progresos, detalles, anima a otros a que sean parte de la aventura y sencillamente piensa esto: la palabra clave de red social es esa, social.

No intentes estar en todas partes, es un error que solo te consumirá tiempo y energías. Usa mejor aquellas redes que te sean más interesantes, en las que mejor te defiendas o sencillamente en las que estés más cómodo. Una campaña de micromecenazgo no es el momento de ponerse a experimentar, así que si no sabes cómo funciona Twitter o Snapchat no es ahora cuando tienes que ponerte a descubrirlo.

Intenta aprovechar las diferentes ventajas que tiene cada red, al igual que los distintos públicos que tienes en ellas. ¿En tu fan page de Facebook son mejor recibidos los vídeos y en Twitter funcionan mejor las fotos? Ten todo esto en cuenta y úsalo a tu favor.

5) Esto es una venta

Un punto muy importante y que conviene tener claro. El crowdfunding es una forma de venta igual de real que cualquier otra. De hecho no dista en mucho de la pre venta tradicional, no estás pidiendo ayuda o caridad, estás lanzando un producto a la venta.

La ayuda y la caridad se hacen de forma desinteresada, sin esperar nada a cambio, algo que no es así en el momento que hay recompensas y que se recibe un libro, disco, juego o el producto de turno que cada uno haya realizado.

Esto también quiere decir que debes cuidar la calidad y el acabado, no sirve cualquier cosa. Ha de estar bien hecho y con corte profesional. Estas pidiendo dinero a la gente a cambio de algo, y el aval de la calidad eres precisamente tú.

No te exijas nunca nada por debajo de lo que tú demandarías.

6) Busca impactos

Hay que lograr que se vea nuestra campaña. Me remito a lo dicho, los amigos y la familia no son necesariamente nuestro público. Nunca enfoques tu crowdfunding pensando eso e intenta alcanzar a personas más allá de la zona de confort.

Si tienes la suerte de que en Twitter te sigan influencers no dudes en pedirles (siempre con educación y jamás exigiendo) que si lo ven adecuado se hagan eco de esta aventura, puedes organizar un sorteo que animará a la gente, haz vídeos en directo y siempre puedes solicitar a conocidos que compartan en sus perfiles tu crowdfunding.

Las entrevistas en blogs, periódicos, radios… son siempre una muy buena forma de dar a conocer qué estás haciendo. Es una ventana a un número de personas que quizá sientan curiosidad y entren a tu crowdfunding para aportar esos 30 euros finales.

Sí, sé que más de uno pensará ahora mismo que no conoce a ningún periodista y que tampoco sabe cómo contactar; por suerte en la mayoría de medios (aunque debería ser en todos) se indica una forma de contacto, un e-mail o un teléfono a disposición del lector para que haga llegar sus informaciones.

Seguro que de forma habitual consultáis algún blog o escucháis un podcast, probad a contactar con ellos; igual resulta que algún amigo tiene el suyo propio y puede hacer un hueco a tu obra.

Cito esa conocida frase, “el no ya lo tienes”.

En resumen

Aprovecha tus virtudes y las herramientas a tu alcance. Si te paras a pensarlo por un momento seguro que se te ocurren un montón de formas de mover tu campaña, de contactos a los que recurrir (todos tenemos, a pesar de que muchas veces se piense otra cosa), o el cómo lograr llegar un público que todavía no te conoce pero que puede ser el tuyo.

Y citando al filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel: Ten el valor de equivocarte.

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